Germany | Weimar

Bauhaus

The art school that revolutionised design

Bauhaus School opened its doors in 1919, more than a century ago, in the city of Weimar within a Germany that, as some experts point out, felt revolutionary. During its fourteen years of existence, the school made contributions to the fields of design, architecture, pedagogy and art in the twentieth century.

A group of elite creators embarked on teaching, bringing together a wide range of knowledge under one roof. A fact that would have a great impact on history. The three main directors of this school, Walter Gropius, Hannes Meyer and Ludwig Mies van der Rohe, were responsible for its development. They merged the School of Arts and Crafts with a school of fine arts, an educational proposal that broke down the barriers between the disciplines of art and design. They sought a rapprochement between crafts and industry, recognising their common roots in both fine and applied arts, promoting teamwork. The different philosophies and visions of the school are reflected in the projects of its founders.

The term Bauhaus comes from the combination of two German words: Bau, «construction», and Haus, «house», although, ironically, the school did not have an architecture department in its early years. Initially more idealistic and romantic and later more rationalist, the Bauhaus achieved greater recognition after it moved to Dessau. In 1930, it moved to Berlin under the direction of Mies van der Rohe where it would only survive for three more years. Today, the Bauhaus buildings in Weimar and Dessau are UNESCO World Heritage Sites and are considered «fundamental representatives of classical modernism, directed towards a radical renewal of architecture and design».

We share the enhancement of craftsmanship and the know-how of the trades. The way of understanding design and architecture as complementary elements.

La escuela que revolucionó el diseño

La escuela Bauhaus abrió sus puertas en 1919, hace más de un siglo, en la ciudad de Weimar en una Alemania que, como señalan algunos expertos, se sentía revolucionaria. Durante sus catorce años de existencia, esta escuela realizó aportaciones en ámbitos como el diseño, la arquitectura, la pedagogía y el arte en el siglo XX.

Un grupo de creadores de elite se embarcaron en la labor docente, consiguiendo aunar numerosos y diversos conocimientos bajo un mismo techo. Un hecho que tendría una gran repercusión en la historia. Los tres principales directores de esta escuela: Walter Gropius, Hannes Meyer y Ludwig Mies van der Rohe, fueron los máximos responsables de su evolución. Fusionaron la Escuela de Artes y Oficios con una escuela de bellas artes, una propuesta educativa que rompió las barreras entre las disciplinas de arte y de diseño. Se buscó el acercamiento entre la artesanía y la industria, reconociendo sus raíces comunes tanto de las bellas artes como de las artes aplicadas, promoviendo el trabajo en equipo. Las diferentes filosofías y visiones de la escuela se ven reflejadas en los proyectos de sus fundadores.  

El término Bauhaus resulta de la unión de dos palabras en alemán: Bau, «construcción», y Haus, «casa», aunque curiosamente esta escuela no tuvo departamento de arquitectura durante sus primeros años. Al principio más idealista y romántica y luego más racionalista la Bauhaus alcanzó un mayor reconocimiento cuando se trasladó a Dessau. En 1930, se trasladó a Berlín bajo la dirección de Mies van der Rohe donde sólo sobreviviría tres años más. En la actualidad, las sedes de la Bauhaus en Weimar y Dessau están declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y están consideradas “representantes fundamentales del modernismo clásico, dirigido hacia una renovación radical de la arquitectura y el diseño”.

Compartimos la puesta en valor de la artesanía y el saber hacer de los oficios. La manera de entender diseño y arquitectura como elementos complementarios.

Words: Las Perelli
Photographs: Bauhaus-Archive, Berlín

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