Yves Saint Laurent’s former home transformed into a luxury hotel

Villa Mabrouka is the former home of Yves Saint Laurent and Pierre Bergé. Situated on a hilltop on the coast of Tangier, it now houses a luxury hotel.

It was the residence of a Saudi princess until 1990 when Yves Saint Laurent and Pierre Bergé turned it into their summer retreat. In 2017 Jasper Conran (British stylist and designer) bought the villa to transform it into a small hotel, respecting the Moroccan architecture and style.

The interiors retain the high beamed ceilings, original tiles and whitewashed walls. They have been decorated with gauze curtains, antique Fez embroidery, rattan furniture, mother-of-pearl mirrors and marble floors in the local style. There are 12 suites with private patios and wonderful views of the Tangier coastline.

The gardens have been replanted with more than 6,500 Mediterranean species, recreating a small jungle. In the centre is one of the two swimming pools, tiled with local emerald herringbone tiles, an oasis in which to relax and unwind.

We share the beauty of places that tell a story. Luxury understood through wellness, and the way to enhance each experience through attention to detail.

La antigua casa de Yves Saint Laurent convertida en un hotel de lujo

Villa Mabrouka es la antigua casa de Yves Saint Laurent y Pierre Bergé. Situada en lo alto de una colina en la costa de Tánger, ahora alberga un hotel de lujo. 

Fue la residencia de una princesa saudí hasta que en 1990 Yves Saint Laurent y Pierre Bergé la convirtieron en su refugio para los meses de verano. En 2017 Jasper Conran (estilista y diseñador británico) compró la villa para transformarla en un pequeño hotel, respetando la arquitectura y el estilo marroquí.

Los interiores conservan los altos techos con vigas, las baldosas originales y las paredes encaladas. Han sido decorados con cortinas de gasa, bordados antiguos de Fez, muebles de ratán, espejos de nácar y suelos de mármol siguiendo el estilo local. Cuenta con 12 suites con patios privados y unas vistas maravillosas de la costa de Tánger.

Los jardines han sido replantados con más de 6.500 especies mediterráneas recreando una pequeña selva. En el centro se encuentra una de las dos piscinas, alicatada con azulejos locales de esmeralda en espiga, un oasis donde relajarse y desconectar. 

Compartimos la belleza de los lugares que cuentan una historia. El lujo entendido a través del bienestar, y la forma de mejorar cada experiencia a través del cuidado del detalle.

Words: Elena & Beatriz Perelli
Photographs: Villa Mabrouka

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